El derecho de desistimiento es una de las mayores garantías para el comprador online en la Unión Europea: 14 días naturales para devolver un producto sin necesidad de justificar la decisión. Sin embargo, este derecho tiene excepciones claras.
1. Productos personalizados o a medida
Los artículos fabricados específicamente para un cliente, como muebles hechos a medida, ropa con iniciales bordadas o artículos de encargo, no están sujetos al derecho de desistimiento. La razón es que el vendedor difícilmente puede revender un producto adaptado a un cliente concreto.
Esto no significa que el consumidor quede indefenso: si el producto es defectuoso o no corresponde con lo pactado, sí puede reclamar la devolución.
2. Bienes perecederos y de consumo inmediato
Los alimentos frescos, flores, productos de panadería o cualquier bien con fecha de caducidad muy próxima no pueden devolverse una vez entregados. La lógica es sencilla: el comerciante no puede revender un producto que pierde rápidamente sus propiedades.
También entran en esta categoría los productos que, por higiene o salud, no pueden ser devueltos una vez desprecintados, como ropa interior, cosméticos abiertos o material médico.
3. Contenidos digitales
Películas, ebooks, música o software descargable quedan fuera del derecho de desistimiento una vez que el consumidor ha comenzado la descarga o el streaming. Para que esto sea válido, la tienda debe haber informado claramente y el comprador debe haber dado su consentimiento expreso.
Este punto es clave, ya que sin la autorización del cliente, la empresa no puede eliminar el derecho de desistimiento.
4. Servicios con fecha concreta
Entradas de cine, billetes de avión, reservas de hotel o paquetes turísticos con fechas determinadas no admiten desistimiento, puesto que dependen de un día y hora concretos.
En estos casos, el consumidor debe atenerse a las condiciones de cancelación de cada empresa, que pueden variar según la política de reembolso establecida.
